Lorca y Chaplin, y un mensaje en común
Más allá de mi amor desbordante por Lorca como artista, está mi admiración por su coherencia infinita, cariñosa pero firme, entre sus valores y su accionar. Este discurso fue pronunciado en ocasión de la inauguración de la biblioteca de su pueblo natal en un pequeño pueblo de Granada, pero Federico recorría su país con sus títeres y la compañía itinerante La Barraca. Este discurso, popularizado en las redes, es de hace casi cien años, y mantiene una vigencia dramáticamente tremenda. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos. Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan. Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio de Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social. El resaltado en azul de este párrafo es mío. Y si mir...